Orquesta Sinfónica de Euskadi - Director: Unai Urretxo
Coral Andra Mari
Ana Otxoa Pando (soprano)
Jesús María García Aréjula (barítono)

Estreno: 28 de mayo de 2016
Musikaste - Fatimako Andra Mari Eliza, Errenteria


“Balea", para soprano, barítono, coro y orquesta, narra los hechos de la última caza de una ballena en el Cantábrico, concretamente la que se produjo el 14 de mayo de 1901 en Orio.

El texto está escrito en euskera y está inspirado en los conocidos versos populares que cuentan la historia. La obra comienza con los primeros versos:

Mila bederatzieun da lenengo urtean
Maiatzaren amalau
garren egunian
Orioko herriko
barraren aurrian.
Balia agertu zan
beatzik aldian.

Tras estos versos se cuenta la historia de manera dramatizada en un diálogo entre María (solista), una mujer del pueblo, el pueblo (coro) y Manuel Olaizola (solista), uno de los cinco patrones que cazó la ballena.

La Historia es la siguiente: María ve una ballena frente a la barra de Orio y va corriendo a avisar a los pescadores. De camino se encuentra con gente del pueblo y les cuenta lo que ha visto. Ellos no la creen, pero al ver que María va corriendo a llamar a los pescadores, se acercan a la barra y ven la ballena. María alerta a Manuel Olaizola, y este a su vez llama a otros cuatro patrones para que cojan sus traineras con los mejores hombres. Las cinco traineras reman hasta la barra, donde encuentran a la ballena, la rodean y le dan caza mientras el pueblo es testigo del acontecimiento. Tras la muerte de la ballena, el coro vuelve a hacer de narrador y cuenta que la obra es un homenaje a los balleneros vascos que llegaron a ir a Terranova e Islandia para cazar ballenas y un homenaje también a la ballena misma, que tanto nos ha dado.

La fecha del 14 de mayo de 1.901 pone fin a un largo periodo que abarca varios siglos, en el que los balleneros vascos se dedican a la caza de la ballena, no solo en el Cantábrico, sino navegando para ello incluso a lugares como Islandia, Groenlandia o Terranova. No sabemos cómo y cuándo fue exactamente la primera caza de ballena, pero sabemos mucho de la última, desde la cual, podemos mirar hacia atrás.

A diferencia de la caza de ballenas en alta mar o en tierras lejanas, la caza en Orio en 1901 se produjo frente a la barra. El hecho de que el pueblo fuera testigo de la caza, hizo que quedara en él una impresión tan fuerte, que llevó a un párroco de Orio a plasmar esa emoción en los conocidos versos. Esa emoción llegó a mí a través de la canción cuando era niño y se metió en mis venas para siempre. Es natural que esa herencia emocional que recibí a través de la poesía y la música se transforme en mi interior creando una obra sinfónico coral.

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